Texcoco, Méx.- Un verdadero éxito resultó la celebración del; II Festival de Música, “Vientos de la Montaña”, el cual rebasó las expectativas de asistencia, calidad y calidez, tanto en el Centro de la Ciudad como en sedes alternas, ya que prácticamente todas las presentaciones se vieron colmadas de personas, en donde el “broche de oro” corrió a cargo de la cantante Eugenia León, que puso a cantar a miles de personas reunidas en el Jardín Municipal.
Sin embargo, al mediodía del domingo y en un hecho calificado como histórico, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) dirigida por el Maestro, Carlos Miguel Prieto, acompañada por las bandas sinfónicas de San Jerónimo Amanalco, dirigida por Miguel Clavería y Santa María Tecuanulco de David Velázquez, realizaron un concierto, que dejo asombrados a propios y extraños, ya que rara vez sale la OSN a presentaciones fuera del Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México.
Al respecto, cabe mencionar que el año pasado, el Maestro, Carlos Miguel Prieto en una visita por las comunidades de la montaña quedo impactado por la calidad artística de los niños de ese lugar, considerandos gente humilde, pero con muchos dotes musicales y es por ello que en esta edición, su presencia majestuosa deleito a las personas que asistieron.
Ya por la noche, Eugenia León con variada música popular, deleitó a miles de personas que llenaron la calle adjunta al Jardín de esta Ciudad y la casi hora y media en que estuvo arriba del escenario, no alcanzó para satisfacer a los fans de la cantante, que al final se quedaron con las ganas de escuchar “Otra Otra”.
Cabe hacer mención que Eugenia León estuvo acompañada por la Orquesta Sinfónica de Santa María Tecuanulco que dirige el Maestro, Pedro Arpide, en donde una vez más, artistas de primer nivel son acompañados por estos jóvenes músicos y que a decir de los organizadores y los propios directores de las bandas son un “enorme aliciente, para seguir estudiando y sobresalir en el ámbito musical”.
Finalmente, cabe hacer mención que el ayuntamiento local hizo entrega como recuerdo de una figura del Tláloc a los artistas participantes, todo ello a 50 años de que esa enorme piedra fuera sacada de la comunidad texcocana de Coatlinchán, para llevarla al distrito Federal y colocarla a las afueras del Museo de Antropología e Historia e incluso esta figura artesanal, como recuerdo de un festival musical, lanza diversos sonidos al soplar en un lugar de ella.
Así, como a pesar de que el festival fue para unir familias, generar un ambiente de paz y cordialidad; en todo momento salieron a relucir los momentos difíciles de violencia que atraviesa el país y en especial el caso de los estudiantes de Ayotzinapa, en donde para la alcaldesa de Texcoco, Delfina Gómez Álvarez, abrir estos espacios de cultura, fomentan valores e inhiben la violencia que actualmente existe en México.
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